Las colecciones del Musée du Vieux-Toulouse, creadas por la asociación Les Toulousains de Toulouse desde 1907, revelan una riqueza única. A la sombra del Hôtel Dumay, donado por el doctor Siméon Durand en 1947, este museo va mucho más allá de una simple retrospectiva histórica. Es un santuario donde los siglos se entrelazan armoniosamente, donde los vibrantes tonos pastel pintan una vívida imagen del pasado. Con cada visita, me sumerjo en un profundo viaje a través de la cautivadora historia de Toulouse, descubriendo las raíces de mi creatividad, delicadamente entrelazadas con los coloridos hilos del pastel. Estos emblemáticos pasillos son mucho más que un archivo del tiempo; son el corazón palpitante del alma de esta encantadora ciudad.
Historia del Museo del Antiguo Toulouse:
Fundado en 1907, el Museo del Viejo Toulouse se ha consolidado como un apasionado guardián de la historia de la Ciudad Rosa. A través de sus colecciones cuidadosamente conservadas, el museo ofrece un viaje a través del tiempo, revelando los momentos clave que moldearon a Toulouse. Desde las calles medievales hasta las mansiones renacentistas, cada pieza cuenta una historia única.
Pastel, el hilo conductor de nuestra pasión:
- Nuestra profunda conexión con el Museo del Viejo Toulouse está inextricablemente ligada al pastel. Esta planta colorante, antaño llamada «oro azul», ha trascendido los siglos para convertirse en el hilo conductor de nuestras vidas creativas. Cada visita al museo despierta en mí la esencia de esta pasión, fortaleciendo la conexión entre el patrimonio de la ciudad y mi propio impulso artístico.
Momentos memorables:
- Las paredes del museo han sido testigos de momentos inolvidables. Desde las ruedas de prensa de la Fête de l'Or Bleu en la región de Pays de Cocagne hasta sesiones de fotos y demostraciones de teñido para la hilandería de Toulouse Métropole, cada evento ha dejado una huella imborrable. Estos recuerdos son los vibrantes colores que iluminan mis propias creaciones textiles.
El museo como fuente de inspiración:
Al explorar las exhibiciones, descubrí una fuente inagotable de inspiración. Cada artefacto, cada rincón oculto del museo, resonaba con historias que despertaron mi imaginación. Los minuciosos detalles de las obras expuestas y las historias del pasado me guiaron en la creación de piezas únicas, donde el pasado y el presente se entrelazan.
El Museo del Viejo Toulouse es mucho más que una atracción turística. Es un santuario donde se fusionan la historia local y la pasión personal. Para quienes aman Toulouse y los pasteles tanto como yo, cada visita es una aventura que amplía nuestros horizontes creativos y nos recuerda la importancia de preservar los tesoros de nuestro patrimonio. 
